Tendríamos que empezar diciendo: “confíe en su Asesor”. Pero todo el mundo, todos, conocemos a personas que engañan hasta a su propio médico, imaginen qué no harán con su Asesor o digo más, con Hacienda.

A este perfil de “mentirosos compulsivos” no va dedicado este post. Pero sí a todos aquellos que en algún momento deciden que van a hacer alguna trampita a la AEAT. Craso error. Cada día el contribuyente está más controlado por el cruce de datos y las nuevas tecnologías, sí aquellas tecnologías que nos permiten encender la calefacción desde el móvil nos han ayudado a vivir mejor, pero esas mismas tecnologías están también al servicio de Papá Estado, y cada día es más difícil escapar a su control.

Cualquier contribuyente sea un autónomo o una empresa y sea del tamaño que sea, puede ser comprobado en cualquier momento. Si tenemos toda nuestra documentación en regla, ningún problema, pero ojo a las consecuencias caso de cometer irregularidades.

Además de las inspecciones aleatorias para comprobación, hay determinados actos que llaman la atención de la Agencia. Enumeraremos alguno que se antoja más habitual.

  1. Muchos contribuyentes declaran casi tantos gastos como ingresos. Esto de declarar más gastos que ingresos puede ocurrir puntualmente, pero si se convierte en algo habitual, el inspector pensará ¿de qué vive este pobre hombre?
  2. Esto enlaza con algo que va a comenzar a hacer Hacienda. ¿Se acuerdan los más mayores de los “signos externos de riqueza” que se utilizaban como baremo en la hacienda pre-democrática? Pues en adelante se va a volver a comprobar el poder adquisitivo real del contribuyente., (Ejemplo: no tengo apenas beneficios. Pero manejo unas cuentas corrientes boyantes y tengo un Mercedes, casa en la playa y la tarjeta visa está que revienta de movimientos, mariscadas etc…)
  1. Voy a pedir que me devuelva el IVA.  La Agencia Tributaria es más que probable que compruebe sus declaraciones. Si todo es correcto se lo devolverá, pero ojos si hubiera algo mal hecho.
  2. Yo me hago las declaraciones y me ahorro un asesorOjo con no enviar las declaraciones de IVA correctamente. Descuadres entre los modelos 303 trimestrales y el resumen anual 390. O discrepancias en el modelo 347 le darán pistas a la Agencia de que algo se está realizando mal.
  3. Meter todos los gastos y másLos inspectores son personas de carne y hueso, viven en este mundo y tienen familia… esta obviedad a veces a alguno se le olvida y se pasa de frenada al meter gastos como deducibles que no lo son. De esto ya hablamos en un post anterior (comidas en restaurantes, gasolina, coche, etc… ), así que no nos repetiremos.
  4. Por último, decirles que la AEAT ha decidido poner el foco en aquellas bolsas donde se detecta mayor fraude de IVA, esto es, en el pequeño comercio o empresas que venden directamente al consumidor final, amén de los de siempre (profesionales liberales y gremios del ámbito de la construcción)

Pues ya saben, haciendo las cosas bien se ahorrarán algún disgusto, aunque no les garantiza que el Inspector llame a su puerta para que se lo demuestre.